Discussion about this post

User's avatar
Eloy Vera Beltrán's avatar

En donde decís que la verdad tiene que coincidir en alguna medida con la realidad para sostenterse, reside la clave. Hay dos formas de encarar la relación de Twitter con la realidad, por lo tanto de ver qué tan relevante es y cómo lo es.

Una es que “Twitter es la nueva realidad”. Pelotudísimo, aunque algo hay de eso. Mucha gente tiene su relación con la realidad tan acotada, salen tan poco de su casa, tienen tan pocas interacciones que no remitan a Twitter, que Twitter les funciona como centro y límite mediatizador de toda su experiencia. Pero son los menos, aunque tengan un poder desmedido en la plataforma. Twitter no puede ser más que un foro donde se discuten cosas que pasan por fuera, que van a repercutir en el afuera y por tanto tienen que considerarlo, si no se los lleva lo efímero de la propia red. Twitter nunca va ser la red normie como es Instagram o supo ser Facebook, con su privilegiación de lo superficial, lo estético y la curadoría personalizada de la línea de tiempo. Por algo en Instagram están los influencers y los emprendedores que de verdad tienen una especialización en lo que hacen y se tiran al público general.

A contrario, también es boludo pensar que Twitter no importa. Es un foro pensado para la omnidiscusión, el entrecruzamiento constante con cosas que son Interesantes, así con mayúscula, no interesantes para vos. Esa pretensión de universalidad y de red abierta (no sociedad abierta) lo vuelve el ágora de preferencia para intelectuales y todólogos. Los “influencers” de Twitter en realidad son gente que habla de todo pero lidera una comunidad específica. Esa gente y esas comunidades tienen una incidencia desmedida en la realidad, la pregunta siempre es cuántas instancias median entre lo real y lo virtual. Le van a errar a la discusión mientras sigan pensando que Twitter es el equivalente virtual a una plaza o una calle, y no a un co-working de redacción periodística o una asamblea permanente.

Expand full comment
Tolyman's avatar

Lo que muchas veces no se hace referencia es que quienes a menudo son negativos vehementes denunciantes de discurso de odio es que prácticas suyas son dignas de alabarse al ejercer un tipo de derecho de exclusión como expone Hans Hermann Hoppe.

Un supremacista blanco yankee dirá que tiene derecho a no ser "mezclado" con gente de otra raza de "indeseables".

Y, recuperando la figura ya algo cliché de militante alerta do flequillo 2018, un personaje así es libre de "decidir" fomentar espacios seguros para lxs suyxs y aislarse de indeseables inmundos "fachos" primitivos, que pululan como un tumor a ser extirpado. Dirán que tienen justificación a sentir resentimiento como victimas de un sistema que las subordina -algo que de hecho tiene su fundamento- pero deberían militar más honestidad en su desprecio a otros seres humanos que no comprenden, no quieren comprender ni están dispuesto a hacerlos.

Ahora si me disculpan, me voy a confesar con la oficina de género de mí facultad y suplico perdón por mis pensamientos a Victoria Ocampo.

Expand full comment
2 more comments...

No posts